Clásico rosarino
Con más de 100 años de pasión, hazañas, leyendas y un antagonismo que hace vibrar toda la ciudad de Rosario, el histórico duelo entre Newell’s Old Boys y Rosario Central congrega multitudes y es considerado uno de los clásicos más intensos del fútbol argentino.
Rosario, una ciudad que arde






Cuenta la leyenda que el antagonismo data de una invitación a un “amistoso” entre los dos equipos organizado en favor de los enfermos de lepra de un hospital de Rosario. Parece ser que Central rechazó la invitación, ganando así el apodo de “Canallas de la ciudad”. Para devolver la burla, los seguidores de Central lanzaron a sus rivales el contra-insulto de “leprosos”, ridiculizando su interés por jugar ese partido a favor del hospital.
Con el correr del tiempo, el apodo tomó gran importancia, al punto de transformarse en un símbolo para todos los hinchas. Ya sea que el clásico tenga lugar en El Coloso del Parque (el estadio de Newell’s) o en El Gigante de Arroyito (el estadio de Central), hoy la rivalidad entre “canallas” y “leprosos” llena las 40.000 plazas de cualquiera de las dos canchas.
Disputado en 1905, el primer partido arrojó un resultado de 1 a 0 favorable para Newell’s, y el último clásico fue empate empate 1 a 1 los goles lo marcaron Braghieri para Central y Schiavi para Newell´s.